«Good morning Mister Red Dog», dije. «Last night I dreamed that we were birds, and that we flew with wings through music. Every time we heard violens and cellos, we flew through clouds of different color...»
Los ojos del Rojo brillaron con lo que en otras ocasiones habría considerado comprensión. Mi truco estaba funcionando...
«And is it that you understand me, even though I'm sure you've never heard a single word of English in your life?», pregunté con una risa burlona.
Pensando que había dicho: «Hagamos nuestro paseo matutino», Rojo se dirigió hacia el camino de grava, mirándome por encima del hombro.
Pero ... Rojo no se estaba dando cuenta de lo que estaba haciendo. Comencé a sentirme avergonzado por engañarlo.
«E incluso utilizo un idioma que aprendí cuando todos los días vivía mi vida sin ti, Rojo», dije en inglés. «Pensé que sería divertido ver lo que hiciste si hoy no hablara más que español. Pero ahora siento como si te hubiera traicionado ...»
Al escuchar el remordimiento en mi voz, por primera vez, Red Dog sintió que estaba diciendo algo diferente a lo que siempre digo. Se acercó y se quedó cerca de mí, porque esa era su manera de consolarme.
Abracé al gran perro rojo y luego caminamos por el camino de grava.